Directito de mis visitas blogueras diarias, traje (a colación de mi reciente renamoramiento de la vida) esta pregunta que me puso a curiosear y preguntar a cada compañero de la chamba, como abonero de respuestas.No falta quién diga: Noooo, pos un chorro de cosas. Pero tratemos de ser más cooperativos y pensemos en esas que nos hacen el día. He aquí las mías, tomen en cuenta que las comparto con quien fuere visite este blog.
Cuando era niño ( y no tenia Nintendo) mi mamá me compraba libros para colorear. No tenía a mi hermano todavía y por mi casa no había muchos niños con los cuales jugar. Vivía en el DF y con una mamá muy jóven como para dejar suelto en la calle a su primer hijo para que 'jugara por ahí'. Estos libros mentados eran mi entretenimiento como desde los 3 años y dado que no me entretenia con otra cosa aparte de la tele, practicamente me bebía los libros esos. Llegué al punto de copiar los dibujos para volverlos a colorear, jajajajajajajaaa...
Lo curioso del asunto es que no sabía que podía calcarlos y me los aventaba a ojo de buen cubero a lápiz. Hasta que mi mamá llegaba del trabajo con otro bonche de libros para colorear y dudo que otra persona fuera más feliz en todo el planeta que yo en ese momento, bueno, tal vez mi mamá al ver como se me iluminaba la cara.
Después de eso la necesidad de más y más coloreo me llevo a querer inventar mis propios dibujos para colorearlos. Utilizando los mismos personajes de los libros inventaba otras páginas. Al colorear tanto a un personaje, sucedía que lo memoizaba en muchas posiciones y me sentía capaz de poder reproducirlo en la posición o actitud que yo quisiera.
Muchas veces preferí hacer eso que otros pasatiempos más usuales (leer comics por ejemplo), los cómics ya estaban dibujados y coloreados entonces no les veía la razón de existir (no sabía leer todavía).
De ahí salté a notar todas las cosas (gráficas) que me llamaban la atención. Cosas como las envolturas de los dulces, anuncios de TV, las cajas de los juguetes y un sin fin de cosas del estilo. Pero siempre con la intención de poder hacer lo que se me ocurriera cuando se me ocurriera. Crearlo, traerlo a una hoja de papel en la manera que me viniera en gana. Después con el pasar de los años ese entusiasmo fue creciendo y con el hecho de que recibía buenas opiniones de mis trabajos (hasta la fecha), me fui internando en las artes graficas, que hoy forman una parte imprescindible de mi vida. Eso es, las artes gráficas, lo que más amo en la vida.
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